sábado, 22 de mayo de 2010

Poema # 159

Esperando algo suficiente.
No, la vida es moverse en aburrimiento.
En realidad sólo puedo hablar por mí,
siendo esta curiosidad
sin rima ni gracia.

Nunca me podría resignar
a ser uno más.
Y quizá no me gustará triunfar.

La música ya embotó,
afuera hace calor;
todo se ve apagado,
soy yo,
y este es mi universo.

Busco la justificación de mi desgracia
con estas palabras.
Todo me parece forzado,
tedioso, sin magia;
es mi universo asqueroso,
lleno de frustración.

Busco una razón para que así sea
y no de otra forma,
pero sólo escucho el crujir de unas ramas;
sonidos, agobios, terrores,
asfixias, temores,
en una palabra: la vida.

¿Cómo puede ser así?
Tan al revés todo,
tan justo lo contrario de lo que podría pensarse
¿Qué hay de placentero en el tiempo, la carne
y sentir la carne?
Bonita mixtura de cosas.

Siempre uso las palabras recientes,
las que tengo frescas;
luego pasan de moda,
y como todo, regresan.

Tiempo, carne y sentir la carne:
podredumbre a flor de piel,
flatulencias purificadoras…
De momento, claro.

Sólo es reconfortante el sufrimiento ajeno.
Ahí están los libros de poesía para consolar.
Sale un hombre que celebra el dolor,
le canta al dolor,
y es natural decir:
esto es mejor que el falso optimismo
que ahí afuera pulula,
sale hasta de las alcantarillas.
Pero el cerebro se hincha de poesía.
¡Tan basto el universo
y yo tan rodeado de límites!

Los cerebros son máquinas,
maquinas que ponen en marcha,
en todo momento,
sistemas, nuevos sistemas,
estúpidos sistemas,
para vivir más.
Y aquí estamos,
tan idiotas como siempre.

1 comentario:

  1. muy chido tu blog amigo ;D
    simplemente me encantó,
    tanto que me ví obligada a seguirte :)


    saludos!!

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