martes, 1 de junio de 2010

Recrutilancha prepitosa

Me puse a lavar los platos, una tarde soporífera de junio, antes prendí el radio en la estación de música clásica y de pronto empecé a pensar en inglés, siempre pienso en inglés, hice una historia en inglés, de un muchacho al que yo le explicaba, como si yo lo hubiera creado, quién era él y cómo había estado el asunto desde su nacimiento, le dije que todo había comenzado con unos besos caleidoscópicos que se dieron sus padres, eran unos besos que por su sonido traían a la mente las imágenes típicas del calidoscopio, de ahí su nombre, después fueron a la cama y follaron tremendamente, el papá se vino como cinco veces y la mamá estaba vuelta loca, y nueve meses después, del vientre de la mamá salió un muchacho, y le dije que él era un muchacho como todos, de esos que juegan y corren en el parque y dicen cosas estúpidas porque todavía no tienen experiencia, le dije que fue creciendo y entró a la universidad a estudiar una cosa que no le gustaba y ahí conoció a una doncella que lo fue envolviendo haciendo que él le propusiera matrimonio a ella y que se consiguiera un trabajo mal remunerado y que no le gustaba, después, una tarde en la que él ya tenía 30 años, resultó que se puso muy pensativo y acabó convencido de que lo suyo era la astronomía, que quería ir a la luna, al espacio, quería ser astronauta, se fue a la NASA, se metió a las clases, pero no lograba aprender, tal vez si hubiera entrado unos siete u ocho años antes su mente hubiera podido comprender lo que se exponía en clase, pero ya estaba su cerebro viejo y cansado y sus ojos también y su estómago ya no digería como en los buenos tiempos, así que pronto lo expulsaron de la escuela por bajas calificaciones, porque en la NASA son muy exigentes, ya que no les gusta despedazar los cohetes que tanto dinero y trabajo les cuestan, así que se fue a su casa otra vez con su esposa, la cual estaba muy decepcionada de él, porque ella le había dicho que siguiera trabajando en lo mismo, que no cumpliera sus sueños, que la vida era eso y nada más, que no buscara otra cosa más que quedarse siempre donde mismo trabajando como máquina hasta que sus huesos se comenzaran a resquebrajar y el patrón se deshiciera vilmente de él, así que se sentó en su sillón todo triste y ensimismado y sus pensamientos patéticos lo llevaron a una idea maravillosa, la idea que todo el mundo estaba esperando, el secreto, el gran secreto que haría posible la fabricación en masa de la máquina del tiempo, entonces la música clásica se alborotó un poco, como si fuera esa la música que mi personaje, mi criatura, estuviera escuchando al momento de su idea, entonces se fue a trabajar a su pequeño taller, que no era otra cosa que un cuchitril con libros viejos y lo de siempre, entonces con unos pedazos de cartón y latas de sardina oxidadas que tenía ahí por si cualquier ofrecido se armó la máquina del tiempo, entonces de un momento a otro se volvió la sensación del mundo, el más famoso y exitoso, el más aclamado y también envidiado, pero él se alimentaba de esa envidia, le gustaba la envidia, era su cosa favorita, entonces la música una vez más se ajustó al tono maquiavélico que adquiría la historia, con el señor este vendiendo máquinas del tiempo por doquier, haciéndose poderoso, y luego no sé cómo volvió a ese sillón y su esposa ya no estaba tan decepcionada de él sino que estaba sorprendida y hasta un poco resentida por no haber confiado en su marido, porque en el fondo cuando una persona te dice no busques tus sueños es porque no quiere que los cumplas, ya que si los cumples ellos habrán quedado como malos consejeros y nadie quiere ser malo en nada, así que así estuvo la cosa, la señora en la cocina, una cocina enorme, ya no la de antes que era pequeña y sucia, y el señor en un salón inmenso que tenía en medio el sillón donde había tenido la idea y nada más, un salón de 20X20 para el sillón, en agradecimiento a que la comodidad de ese sillón le había llevado a la gloria, entonces el señor puso la radio y otra vez estaba la música, la que yo escuchaba mientras pensaba esta historia en inglés, y ahí estaba la música, y fue ahí cuando él comenzó a escuchar mi historia, cuando por fin comprendió que yo lo creé una tarde calurosa de junio mientras lavaba los platos y escuchaba una música sublime en la estación de música clásica. Olvidé decir que yo hablaba inglés porque mi personaje era inglés y para que él me entendiera yo tenía que hablar en inglés. De hecho todas las creaciones son así, personajes creados de la nada en momentos inesperados y luego, un día, todos cobramos conciencia de quiénes somos, quién nos creó, pero todo es una cadena de creaciones que no tiene principio, es como si en nuestro destino ya estuviera marcado un día en el que nos pondríamos a crear a alguien más que tal vez entraría en acción en otro planeta o en otro tiempo, pero con los pensamientos no se sabe, puede que los pensamientos trasciendan planetas y tiempos.

2 comentarios:

  1. Excelente!! cuando no tengo más que hacer vuelvo a releer tu blog.

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  2. Excelente!! cuando no tengo más que hacer vuelvo a releer tu blog.

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