sábado, 17 de julio de 2010

Imagen

Muchos hablan en metáfora y crípticamente del acto sexual, y son como frases que avientan en medio de una canción, frases que nada que ver con todo lo demás que las rodea, y se dicen muchas cosas del coito, aunque lo único que habría de decirse, y eso sí de manera clara, es que eyacular da sed. Eyacular y sentir la necesidad de agua es todo a un mismo tiempo. Y con eso uno puede despachar el tema del sexo, simplemente no se puede decir la cosa de mejor manera. Se analizó inclusive al sexo en términos éticos, pues se sabe perfectamente que el sexo es una tentación del diablo. Muchos no estarán de acuerdo en lo que digo, pero es porque sus cerebros no están desbrozados. Hay que quitarle las zarandajas al proceso de interpretación, aunque no quiero sonar en lo absoluto didáctico. Es decir que es preferible poner en la mente del lector una imagen, una imagen que hable más que mil palabras. Una vez que está la imagen en la mente del lector, él sabrá de qué se trata el asunto, sin que hagan falta más explicaciones, como en el caso de la sed, la sed es una imagen en el cerebro, una memoria, la sed que nos hace sentir miserables, insatisfechos, víctimas de la naturaleza, platos desechables. En un baile gracioso de convulsos movimientos cadenciosos y robóticos, pero no por eso despojados de poesía y fluidez solar, encontré la magia de la vida, el correr de sangre en las venas con alegría, vigor sereno de prorroga de cuatro meses.

No hay comentarios:

Publicar un comentario