domingo, 25 de julio de 2010

Baudelaire

Dejó de llover cuando yo quería
No podía ser mejor el día
Qué alegría
¿Por qué todo lo que digo es poesía?
Y los árboles sonríen tras la lluvia
Y todos saben que ahí no sabe bien
Y sin embargo detesto la vida
Precisamente por el hecho de que amo esas pequeñas cosas
Esos cielos medio nublados
Y esa tu sonrisa con clavos
Alguien dejó de usar la cabeza para escribir
Y empezó a hacerlo con la nariz
Con el olfato
Sin duda un día sombrío
La gente estuvo aterradoramente feliz
Iban sonriendo y yo también
Pobres de nosotros me digo
No puede ser que todo esto termine
Precisamente mañana por la mañana
Cuando todos salgan a laborar
Habrá terminado
Y los poemas y canciones y pinturas
Hay que conocerlos
Hay que hablar de eso
Propiamente
Como conocedor
Para poder seguir
El problema es cuando ya no hallas qué decir
Con talle de explorador y descubridor
Y de fundador y de conquistador
Con un paraguas en la mano
Dirigiendo las huestes entre camiones
Por allá
No, por acá
Camión a la vista
Mi paraguas siempre fue una espada
El problema es andar con este cuerpo a cuestas

Football is the way to understand the next step
I’m not coming to you to find the way I said
My love I know you are a simple face but
Come on may I say have you listen to the voice
The voice of the narrator saying esoteric things
You have to learn from does little pickle things
Let’s do it in the bathroom while the movie is happening
Lets do it in the bathroom while they learn
I don’t want to learn from a movie nor a book
I want to do it with football
I want to break through life landscapes and make it
In heavens with football players

Para ese tiempo ya estaba yo usando a mis amigos para arrojarles toda la basura de mi cerebro, la mayor cantidad posible, para así poder salir de este mundo a gusto. Me gusta decir las cosas que pasaron ayer como en un tiempo muy lejano, porque le da una atmósfera agradable a la narración. Cada vez que abría la boca en esa temporada era para decir un proverbio o algo por el estilo, algo que me justificaba, algo que me dejaba por una extraña razón más tranquilo. Seguramente era el hecho de tener cerca unos oídos y una memoria que pudiera recordar en días venideros los prodigios lingüísticos que de mi boca salían. Quizás frases sabias envueltas en una sábana de estupidez. Siempre he pensado que el sabio tiende a parecer idiota. De hecho una persona que parece sabia no puede ser realmente sabia, porque la afectación en el discurso quiere decir que la persona cree saber algo, cuando todos sabemos perfectamente que nadie sabe nada, y es por eso que el verdadero sabio es un idiota incoherente. Entonces yo decía mis frases, mis enseñanzas, dejaba un legado, porque sabía perfectamente que el fin estaba cerca, siempre está cerca, siempre estamos a contrarreloj, tratando de dejar algo bueno a la humanidad, quizás un par de frases ingeniosas, alguna buena metáfora, algo que dé escalofríos, algo más sombrío que la mirada de Baudelaire.

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