sábado, 13 de febrero de 2010
La sabiduría
Los escritores tienen la ventaja de que aun estando desprovistos del don para escribir, pueden ser excelentes con que sean sinceros. La hostilidad del mundo y mi falta de condiciones para competir con los demás, me obligaron a buscar refugio en los libros. Todo fue un mero accidente. De haberme sentido cómodo entre los demás, nunca hubiera elegido la carrera de escritor. De no haber estado bizco y ser, por lo mismo, desafortunado con las mujeres, no habría tenido ninguna necesidad de buscar consuelo en la filosofía. Pero debo admitir que las circunstancias fueron benévolas conmigo y me llevaron a un lugar que me vino como anillo al dedo, porque no hay cosa más útil en la vida que la sabiduría. La sabiduría es la que ayuda a la gente a ver todas las cosas a través del lente de la muerte, para que así no se ande enojando ni preocupando por cualquier cosa y disfrute cuando pueda y deje que todo pase y no se arrepienta de nada, porque uno mismo es una insignificancia que ora tiene vida ora no. La sabiduría enseña eso y más. La sabiduría enseña que no importa que toda tu vida estés en un error, porque de todas formas te vas a morir. La sabiduría también enseña que de pronto te verás en lugares en los que no quisieras estar, debido a la misma sabiduría, y que tienes que aceptar lo que te tocó, porque no tienes de otra. Si la situación en que te has metido no es lo suficientemente terrible que te prive de una broma, hazla. La sabiduría te enseña que entre ser sabio y ser necio no hay ninguna diferencia.
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