Un buen escritor es el que no puede hacer otra cosa que escribir. Eso convierte al buen escritor en un retador de la muerte a 12 asaltos. Igual al boxeador que desde un principio sabe que va a perder pero quiere aguantar hasta el final para perder por decisión, ya que quiere defender su economía y su honor, así, el buen escritor hace lo mismo pero teniendo por contrincante a la muerte. Al no saber otra cosa que escribir, no puede hacer otra cosa, no tiene manera de conseguir dinero, la situación se torna complicada, cada segundo un poco más, igual a una olla de presión a la que sería mejor quitar del fuego. Pronto vendrán el hambre y la agonía. Pero hay una luz, que es la de poder vender libros.
Prefiero equivocarme mil veces, antes que escuchar las advertencias de mis padres.
domingo, 5 de septiembre de 2010
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