Por el miedo a morir no vivimos.
El escritor moderno no necesita tener algo que decir.
Sólo hay que poner palabras y la gente entenderá lo que quiera.
Hay plátanos amarillos por fuera y negros por dentro y viceversa.
Es como las personas.
Tampoco hay que emocionarse cuando se tiene una idea.
Las ideas también son como los plátanos: de alguna manera terminan llenas de moscas.
Hechas mierda o bien podridas, en el bote de la basura, etc.
viernes, 1 de abril de 2011
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